Los hábitos son decisiones que tomamos sin realizar esfuerzo mental. Estas conductas se encuentran grabadas e nuestro subconsciente.
Por lo general queremos introducir hábitos saludables a nuestra vida pero desistimos antes de lograr establecerlo en nuestra rutina. La motivación juega un papel muy importante para el logro de nuestros objetivos, sin embargo la motivación no dura lo suficiente para que el hábito que queremos adquirir realmente lo adquiramos. Por lo tanto, trabajar la motivación se vuelve algo necesario en la creación de hábitos.
Crear o cambiar un hábito toma tiempo y esfuerzo. La constancia en nuestras acciones es fundamental y para ayudarnos. Podemos calendarizar las actividades diarias para asegurar que las realicemos cada día.
En 1960 el cirujano plástico Maxwell Maltz definió la duración de 21 días para generar un hábito. Sin embargo, se ha identificado que las neuronas no son capaces de asimilar de forma completa un nuevo comportamiento y corremos el riesgo de abandonar de forma prematura solo con 21 días de entrenamiento.
Charles Duhigg en su libro el poder del hábito nos menciona que el cerebro siempre trata de regresar a sus anteriores conductas, por lo que el esfuerzo contante es el que nos llevará a crear cambios ha nuestros comportamientos.
Los estudios posteriores realizados por la University Collage de Londres descubrieron que, como media, en realidad son necesarios 66 días para incorporar una nueva rutina y hacer que se mantenga. También descubrieron que dejar un día sin realizarla no es perjudicial para crear el hábito.
Por lo tanto, si quieres crear un nuevo hábito en ti o en tus hijos es necesario establecer el motivo por el cual queremos tener dicho hábito. Porque las razones correctas, te llevan a los resultados correctos.