Todos llegamos a este mundo sin solicitarlo, nos invitaron. Ya sea que tus padres lo hayan planeado o les hayas caído de sorpresa, es importante resaltar que aun así recibiste una invitación para llegar.
Tu llegada no fue para una noche, fue para toda la vida. Y llegaste necesitando el cuidado y atención de tus anfitriones.
Cuando recibes a un invitado especial en tu casa, haces todo lo posible para que el lugar esté acondicionado: decoras y aromatizas el lugar, haces una deliciosa cena, preparas todo para que sea una experiencia memorable. Desafortunadamente no todos los bebes que nacen llegan a este mundo y tienen ese cuidado y atención que necesitan.
Como menciona Laura Rincón Gallardo: «en las sociedades llamadas civilizadas, los niños frecuentemente son separados de su madre en forma prematura… Cuando un niño crece sin satisfacer esa necesidad, no solo la relación entre hijo y madre resulta deficiente, sino que el niño se la pasará buscando el resto de su vida el abrazo o la cercanía que le faltó»
Hoy le harás saber a tu hijo(a) que es un invitado especial en tu vida. Decírselo no será suficiente, es importante crear una experiencia mágica, positiva y poderosa en la que le hagas saber a tu hijo que es bienvenido en tu vida y que no quede ninguna duda. Sabemos que es especial en tu vida y que lo amas incondicionalmente, sin embargo, de lo que se trata es que se lo dejes saber a él o ella.
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